PROCESO TÉCNICO
Tras realizar un estudio minucioso del trabajo, reportaje de modelos, carboncillos y barros y habiendo sido aprobados por la junta directiva de la Hermandad, comienzo a preparar las estructuras metálicas en sus dimensiones y proporciones para aguantar el peso del barro y del molde en escayola. Arcillas rojas de SIO-2, de alta calidad 100% natural y maleable, se van adaptando a los hierros. Hablamos del modelado como una técnica aditiva en la escultura, material de paso. Una vez finalizado el modelado pasamos al vaciado, procedimiento de reproducción como único vehículo posible de poder pasar las esculturas de un material de paso (barro) a uno definitivo (resinas en este caso). Molde perdido: molde en escayola que se destruye al sacar la copia. Una vez fraguada la escayola y repasadas las juntas se desmoldea a base de agua, extrayendo por orden y con mucho cuidado cada pieza. Extraídas las piezas de escayola se limpian y dejan secar hasta que pierden todo el porcentaje de agua. Ahora pasamos al positivado (relleno de todos los moldes), con resina. Para este proyecto he utilizado un material composite acrílico de dos componentes, basadas al agua y sulfato de calcio y laminadas con fibra de vidrio. Ofreciendo unas ventajas en sus propiedades: fuerza, durabilidad, no toxicidad, resistencia al fuego y al impacto. Material fácil de trabajar, de tallar y de lijar. La resina será en este trabajo el material definitivo, para ahorrar peso y costes. Probablemente sean los nuevos materiales en la IMAGINERÍA DEL SIGLO XXI. |
Terminado el ensamble de todas las piezas en resina, se lijan y se preparan para la policromía.
La policromía: El aparejo, actualmente denominado estuco o engrudo, es una preparación artesanal como previo paso a la policromía, que consiste en aplicar una pasta con brocha en toda la escultura, pasta que se compone de cola de conejo preparada y sulfato cálcico al baño maría. Una vez seco, se lija y se refina para convertirse en el soporte de la policromía. Yo he utilizado un aparejo de color para darle un aspecto más oscuro a las encarnaduras. Las encarnaduras, también llamadas encarnaciones, son las técnicas de enmascaramiento que con un fin naturalista, realista, incluso a veces morboso, quieren imitar con la mayor fidelidad posible la tonalidad, color y textura de la piel humana. Las pinturas son al óleo, utilizando una paleta actual de pigmentos y pulidas con vejiga de cordero. Finalmente se colocan los postizos, para dar aún más realismo, como son las lágrimas, las pestañas y la sudoración. De las cinco figuras, tres son completamente anatomizadas y las otras dos son articuladas, para facilitar su vestimenta y posicionamiento de los objetos que portan. La Cruz arbórea, ha sido tallada en madera de pino flandes, hueca para aligerar peso y patinada al óleo. |